martes, 9 de junio de 2015

LA FOBIA SOCIAL DENTRO DE UN SISTEMA ESCOLAR
La sociedad actual se caracteriza por unos niveles altos de violencia, desde el núcleo familiar hasta los más diversos  núcleos culturales, es muy frecuente encontrar relatos y noticias sobre formas de violencia a todo nivel: igual da  una escuela o en una iglesia, el senado o el congreso o ahí en el parque de cualquier ciudad.
En los cuadros más frecuentes de ansiedad, se encuentra la fobia social, caracterizada por sentir tensión y angustia ante diversas situaciones. Se torna peligrosa ya que por lo general va de la mano con factores como la drogadicción, alcoholismo, depresión  entre otros.
La ciencia que estudia los procesos mentales, sensaciones, percepciones y el comportamiento del ser humano es conocida como psicología, de esta se derivan ramas, entre ellas la psicología clínica, que se caracteriza por la investigación de evaluación-diagnóstico, tratamiento y prevención que afecten al individuo.
Una de estas afecciones sobre el individuo es la ‘’fobia social’’, es decir, un trastorno de ansiedad que específicamente es el miedo a relaciones públicas.  Quienes atraviesan por fobias sociales lo hacen debido a la inseguridad, la falta de confianza  consigo mismo, y un gran sentimiento de inferioridad, es decir baja autoestima, esto inicia desde la niñez.
Durante la niñez, factores determinantes como: eventos humillantes, estilo de crianza y el poco cariño de los padres, hacen que el niño desarrolle y crezca dentro de una etapa de timidez infantil. Debido a esto no sienten apoyo y piensan que cualquiera que sean sus actos estará mal.
Estos pensamientos, sumados a la carencia de apoyo, hacen que a medida que la persona crece, crecen junto a ella sus miedos e inseguridad, ¨en efecto, el momento en que la inseguridad da paso al miedo irracional, ya no es posible hablar de timidez, entonces entra en escena la fobia social¨.
Recién estrenado el siglo XXI, las nuevas generaciones temen más al juzgamiento social, a adquirir responsabilidades; entre ellas, enfrentarse a una vida donde ya no se dependa de figuras paternas, iniciar su vida laboral, entre otros.Impidiendo el crecimiento individual, es decir, el miedo a ser uno mismo.Así pues, fácilmente se convierten en fobias sociales.
Quienes sufren de este trastorno, lo hacen acompañado por una serie de síntomas físicos y emocionales como cualquier otra enfermedad; un ejemplo de estos síntomas son las palpitaciones, taquicardia, sudoración, temblores, sensación de ahogo, nauseas, desmayo, escalofríos, miedo a perder el control, entre otros.

Por el lado emocional se encuentran temores como hablar en público, exámenes orales, relacionarse con extraños, trabajar cuando lo observan, interactuar en grupo, etc.
Dentro del tratamiento psicológico, se toma como ejemplo la psicoterapia grupal, hipnoterapia, hipnosis, técnicas de relajación,  el enfrentamiento o exposición controlada a las situaciones temidas, que da como resultado que la ansiedad disminuya poco a poco en el paciente y llegue al punto de que quien la controle sea el mismo, y en algunas ocasiones psiquiátrico cuando se es medicado, la mayoría de los fármacos utilizados para el tratamiento de la fobia social pertenecen a la familia de los ansiolíticos.
Cuando el niño padece de fobia social debe ser ayudado, animado y  apoyado en casa tanto como la escuela, pues es allí donde desarrolla sus habilidades, fortalezas o quizá temores.
En casa, los padres  deben ser un ejemplo positivo para el niño, pues él aprende al observar su comportamiento, controlará su ansiedad si vé que los padres o  adultos   que  lo  rodean   también  lo  hacen . En la escuela, el maestro debe ser buen orientador, motivador y atender a las necesidades específicas del niño. Aunque es un desafío atender dichas necesidades, las escuelas deben transformarse en ámbitos donde cada uno de los alumnos tengan las mismas condiciones y posibilidades de progresar considerando sus características sociales y personales.
Se habla utópicamente pues en pleno siglo XXI lo que hacen las escuelas en medio de sus exigencias académicas es formar al alumno dentro de un entorno de competitividad, el niño desarrolla con más facilidad su ansiedad pues tiene miedo a fracasar en la actividad que sea y no es consiente que el fracaso no es perder, si no aprender de los errores. La escuela que formó a nuestros  padres y  la  que  nos  correspondió,  inclusive  la  escuela de  hoy , tiene centrado su  eje evaluativo en  el fracaso como represalia para que otros  no repitan una  u  otras conducta  ,  no  se  aprende  del fracaso  se  usa  el fracaso para  generar  miedo y  temores  frente  al  futuro.
Una de las circunstancias que contribuyen también al desarrollo de la ansiedad dentro de la escuela y baja el rendimiento académico es el ambiente cargado de evaluaciones del sistema escolar,se evalua bajo un  concepto de  represalia,  las  evaluaciones  son  generalmente exámenes que preguntan sobre  lo que  deben saber los  alumnos..no  se permite posibilidades   alternas.  Se  forma  al estudiante no para  ver  la  vida como  un  abanico  de posibilidades , sino como un mundo  en  blanco  y  negro ,  sin  matices  intermedios  y para  ahondar  más  ese  sentimiento  de  ansiedad, al  salir  a  la vida,  la  vida  de  la casa,  de el parque,  del  barrio lo que  se encuentra  es  exactamente  lo  contrario  a  lo  que  la  escuela promociona  con  sus  prácticas  de  aula.
A  los  maestros y  los  alumnos  les gusta  mucho las  evaluaciones  con  única  respuesta, pues  así solo  se  gana o pierde…no se piensa . y el  “resultado”  es muy  fácil de obtener… la ansiedad ante las evaluaciones provoca errores productos de la inseguridad y del temor, e inquietud psicomotora, lo que afecta la atención y la memoria, esenciales para un buen desempeño .

Otra  de  las formas  que se  utiliza  en la  escuela es obligar  a que  todos los alumnos socialicen  oralmente  de  una manera  perfecta,  deben  salir  al tablero y  exponer,  con el miedo que  produce estar frente  a otras  personas, esto contribuye, además, al incremento del temor que puede provocar el contacto interpersonal, especialmente cuando el alumno se siente inseguro de sus habilidades sociales y tiene temor a las evaluaciones negativas de sus compañeros, amigos y profesores.
Así mismo, los estudiantes ansiosos a menudo presentan problemas en su socialización, porque su dependencia del adulto y sus propias aprensiones los hacen aparecer muy infantiles ante sus compañeros.
Lamentablemente las escuelas consideran que las evaluaciones son  una actividad especial que es realizada solo en ocasiones determinadas para presionar al alumno a tener éxito inmediato y no una actividad constante y permanente que permita estimar el progreso de acuerdo a los distintos ritmos de aprendizaje de los estudiantes.
La incorporación de estrategias alternativas de enseñanza y la flexibilidad curricular son fundamentales para facilitar el aprendizaje de los alumnos ansiosos. Un elemento clave para diseñar proyectos curriculares que se adapten a la diversidad de los estudiantes es detectar las necesidades de aprendizaje y el tipo de evaluación necesaria para que los alumnos con ansiedad

Finalmente,   si  se  entiende  la  educación  como un  fenómeno  escencialmente  social y  las  fobias  como  enfermedades igualmente  sociales,es importante  que  la  escuela vuelva  sus  ojos  a  este problema para  que  desde  allí se  elaboren  propuestas para reducir su  impacto en  la  sociedad  y  de e sta  manera  se  generen  unas propuestas  de  solución desde el  aula.